Friday, May 19, 2006

Y entonces, comenzó a crecer


EN UN CAFÉ DE LA CIUDAD Por la ventana, Lucio ve el rápido paso del tiempo.

Nuestro hijo cumplirá un mes. Calculamos que su peso ronda los 4.5kg. Lucio se ha convertido en un pequeño individuo rollizo, a veces mal portado, de carácter fuerte y una sonrisa contagiosa que nos hace olvidar el berrinche previo. Adora el baño y en ocasiones es lo único que consigue relajarlo. En casa debatimos si lo malcriamos o padece algún malestar. Afortunadamente la familia completa duerme bien y goza de salud. Durante el día, las mañanas pueden ser complejas, urge que hable... pobre. Él debe vernos con lástima y seguro piensa: No, estúpido, el pañal no. Así no me arrulles, lo detesto. ¿No te das cuenta de que estoy aburrido de la leche?....
Sorprendidos vemos la velocidad a la que crece y cada vez que alguien me presume a su sobrino de 11 años, imagino a un niño simpático que adora y admira a su padre, van juntos los fines de semana a pescar y llevan una relación comunicativa y sólida. Pienso entonces en Lucio, en cómo ha sido su primer mes de vida, en lo vulnerable que es y lo inofensivo que aparenta ser, en lo rápido que pasará este tiempo y en su efímera infancia feliz. Me gusta imaginar a un chico risueño de tres o cuatro años que interactúa y disfruta al descubrir el mundo de mi mano. Yo, orgulloso por su existencia, le muestro el bien y el mal, lo ayudo en sus tareas, lo consuelo en sus caidas. Mi cuento mental se interrumpe con una llamada. Su madre me informa de sus progresos:
—Alguien está muy feliz en la calle, ha descubierto los árboles, está mudo de sorpresa—. Yo, ingenuo, con angustia, veo las fotos de los sobrinos de 11 años, prácticamente ADOLESCENTES, que escuchan hip-hop y visten como maleantes, en las fotos rara vez aparecen junto a su orgulloso padre y por supuesto no pescan los fines de semana junto a un lago de cuento.
—Dale un beso a nuestro hijo. Voy para allá.

3 comments:

Bridget Jo said...

temo decirtelo.. mi sobrino, no de 11 pero sí de 13, apareció ayer con tremenda sonrisa en la cara. se plantó frente a su mamá (mi histérica hermana) y le dijo casi a bocajarro: "Acabo de tener sexo".. Ahora sí.. dime tu si se parece al adolescente de tu cuento personal. Suerte y disfruta sus primeros meses... sin sexo.

Anonymous said...

La imagen de Mama de Lucio y Lucio es conmovedora, pareciera que hace mucho tiempo y no un mes, Mama de Lucio sabe como cargarlo y tenerlo tranquilo y placidamente descansado. El con una expresion muy conocedora del medio que le rodea. Nadie puede pensar que tenga momentos de mal comportamiento. Abuela paterna, Fan de Lucio.

Miss Neumann said...

Disfrutalo ahorita, porque uyyyyyy despues lo vas a querer matar! jajajajajaj