Tuesday, July 25, 2006

Casi un mes

Se me culpará de ser un mal padre, lo sé, pero la historia me absolverá.

Hace casi un mes que no actualizo este blog. Esto significa que los seguidores de Lucio se han perdido de muchas piruetas, sonrisas y novedosos sonidos que nuestro regordete hijo ha incluido en su repertorio. Con tristeza vemos que algunas gracias han quedado en el olvido; expresiones como el recurrente juuuu no volverán. Hoy disfrutamos de gritos, carcajadas y facultades interactivas que si bien lo hacen más divertido, también nos causan nostalgia. Así mismo, hemos migrado a la etapa 3 de pañales. Parecen grandes, pero por la mañana demuestran su eficiencia al contener con éxito lo que antes hubiera sido un alarmante código marrón (o mostaza, en nuestro caso). Lucio es un chico despierto y sonriente que orgulloso sostiene la cabeza, a veces tambaleante, y que no deja de platicar con emoción todas las mañanas.
El lenguaje luciano, emparentado en sus raíces con el ballenés (también cetaceo, para mayores referencias, volver a ver "Buscando a Nemo"), ha dificultado frecuentemente la comunicación fluida, lo que ha dejado como resultado el recuerdo de tardes difíciles que sólo el amor materno han logrado conciliar.
Hoy enfrentamos la amenaza del chupador de dedos. Este goloso succionador comenzó con la mano y se especializó en el dedo pulgar que Mamá de Lucio cubre con calcetines, cobijas y diversos artilugios hasta hoy insuficientes.
Nuestro muchachito pronto será un niño, el bebé de mamá no tardará en exigir su espacio y por lo pronto comenzó a organizar un batallón de amigos inanimados. Los osos Mauro y Ropert, los chicos del baño —Gelly (un pulpo llorón), Sleepy (el camarón) y Toribio (el sabio cangrejo)– y los amigos de la selva que viajan en un arca –Sombra, Rojo, Garfio, La jirafa que ya no tiene nombre y Monito... (sí, Monito)—. A decir verdad, estas no son más que fantasías de Mamá de Lucio y mías.
El baño en tina es cosa de los fines de semana cuando tenemos tiempo suficiente para secar el chorreadero y lo de hoy es la regadera. Cada mañana, entre siete y ocho de la mañana, nuestra rata de agua realiza intrépidas inmersiones en el chorro de agua, que a través de sus ojos debe parecer una enorme cascada. El resultado es una mañana más tranquila y de mejor humor.
Para mí no existe mayor motivación que la sonrisa de despedida. Por las tardes lo cargo y abrazo, jugamos un poco y finalmente recurrimos al taco en mis brazos, que nos da dos o tres horas de sueño de Lucio que equivalen a dos o tres VALIOSAS horas con mi amada. La extraño horrores, era fabuloso verla todo el día, el sólo saberla cerca me reconfortaba. Hoy dedica día y noche a nuestro cachorro en una labor titánica (Te amo, Mamá de Lucio). Ya son tres meses y todos los días nos sorprende con un nuevo gesto, nuevas "palabras", más control sobre sus manos y con su mirada que nos sigue por el cuarto rematando con una gran sonrisa. Si tenemos suerte, con una gran carcajada.

2 comments:

Anonymous said...

Las fans de Lucio, queremos fotos pero la "abuela a distancia" las exige, porque todas las que tenemos en el albun que viaja con nosotros ya estan muy gastadas de verlas y a diario, solamente podemos imaginarnos como estara?, mas gordito?, platicador?. La ultimas dos "unicas" fotos que recibimos el fin de semana las hemos impreso para nuestro deleite y presumir con los amigos. Lucio esta de presumir, verdad que si?.

Anonymous said...

no solo la abuela quiere fotos de ese pedaso de cielo sino tambien la tia abuela (gela)y la tia gelita que apesar de la distancia estan al tanto de este querubin que dios envio ala tierra para la felicidad de todos (te amamos lucio asi como a tus padres) besitos