Mam...

ROCKSTAR Lucio ve cámara y sonríe, el comportamiento viene instalado en su sistema operativo desde la fábrica.

Nuestro rozagante cerdito ya cumplió seis meses. Los cambios han sido radicales. Ahora duerme en periodos más largos y solito se pone de lado, interactúa como nunca y pide leche gritando y gimoteando mam.... Como siempre, sonríe pero además puja... sólo puja. Aquel vasto vocabulario lleno de monosílabos está en letargo, por momentos grita y hace trompetillas pero nada más.
En cuanto a las largas siestas, el viernes pasado Mamá de Lucio y yo fuimos al Four Seasons a cenar, mientras el cachorro se quedó con la Nonna parlante, a la que no quedó más remedio que leer en silencio, pues su adorado nieto durmió, y durmió. A las 12, como Cenicienta, estábamos de regreso y Lucio siguió su visita a Morfeo hasta las 3, cuando se acordó de que la leche ya estaba lista y ultrapasteurizada desde las 12.
Fin del episodio de sueño largo #1.

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Episodio de sueño largo #2
Ayer por la tarde regresé a casa con la idea de juguetear un poco con L. A mi llegada me encontré con un silencioso dormilón que desde las 6 dejó de funcionar. Y como dice Sabina (Joaquín), nos dieron las 10 y 11, las 12 y la una y las 2 y las 3. A decir verdad, a las 12 hizo una escala —forzado por Mamá— para recargar combustible en su vuelo por el mundo de los sueños... ¡Seis horas seguidas!, el sueño continuó hasta las 6 pero de la mañana.

Mamá está en una fase de sobreproduccción de leche que ha afectado la provisión de insumos. Produce más leche, ergo, come más, ergo, no existe bocadillo llenador ni postre que se desperdicie. Lo sorprendente es que está más hermosa que nunca, goza de una esbelta y delicada figura que sorprende por su fortaleza y... olvidé decir que el lechón L. pesa 8 kilos y medio.