Lucio Bolivariano PARTE 1

Fin de año en Venezuela. Visitamos a los abuelos Rocío e Iván. En periódicos como La Nación y El Carabobeño se comentó que cuando el recién reelecto presidente Hugo Chávez se enteró de la visita de Lucio a Caracas, se apuró a solicitar de forma oficial una audiencia. Lamentablemente durante el gobierno de Fox rompimos relaciones diplomáticas con el país sudamericano, y como no había embajador, fue imposible conceder una entrevista al Comandante Chávez. Desde aquí nuestras disculpas.

CLASE EJECUTIVA Resultó imposible hacer un upgrade (costaba $900USD), pero en Panamá nos trataron muy bien y la última parte del viaje fue muy cómoda para el caballerito Lucio.

AGREGADOS CULTURALES Antes de viajar, Lucio hizo una atenta invitación a algunos amigos (de peluche y hule); en la maleta viajaron Sleepy el camarón, Orvis el borrego y Tigger, a quien lamentablemente perdimos en el camino. Las autoridades aeroportuarias ya están informadas y se encuentran buscándolo.

SEXY BOYS En el primer hotel —llamado The Hotel— Lucio estuvo encantado con el espejo del techo; entre la emoción del viaje, el cambio de horario y los primeros apapachos de los abuelos, conciliar el sueño esa noche no fue fácil.


BELLO ESPECTÁCULO A la mañana siguiente disfrutamos de ver a mamá bañarse en la provocativa regadera transparente del cuarto. A Lucio seguro se le antojó la leche y a mi la lechera.

FANATICADA CARAQUEÑA Ya en casa de los abuelos, comenzaron a sacar memorabilia de Lucio que han bajado de internet. Con lo que gastan en impresiones digitales deberían tener su propio Office Max.

¿Y LOS REGALOS? A Lucio se los prometieron y hasta ahora no había más que fotos y jugueteos de los abuelos.

NACIMIENTO CHAVISTA La manera más patriótica de pasar esta temporada navideña.

¿UNA PELOTA? A Lucio no le agradó mucho este regalo, pensó que eso era todo. Después llegaron muchos amigos de peluche, libros, ropa y hasta unos lentes para sol de su tamaño.


ESTO SÍ ES DIVERSIÓN Por un momento pensamos que Lucio y el abuelo Iván se pelearían por los juguetes pero resultaron excelentes panas de juego.

ACALORADOS Con tantas emociones el cerdito perdió la camiseta y Mamá de Lucio se movía lo menos posible.


Y AÚN HAY MÁS Para completar los regalos fuimos de shopping a un centro comercial espectacular con una enorme tienda de cocina donde nos dimos vuelo. Lucio, como ya había recibido los tesoros de la familia, se durmió. Aquí con su abeja venezolana que le compró la abuela en una farmacia.

COMIDA-CENA En Venezuela la gente es muy exacta con los horarios de comida; en general es difícil encontrar restaurantes abiertos entre la hora de la comida y la cena. En Fishmarket la pasamos tan bien que nos cayó la noche.



¡¡¡QUIERO DORMIR!!! A nuestro pobre hijo lo único que no le gustó fue que con tanto paseo, tuvo que tomar la mayoría de sus siestas en coche, brazos y silla pero nunca en una cama. Aún así se comportó como un ángel.

RETRO COOL El Caracas Hilton es un verdadero monumento al esplendor de los años 80. Lástima que nuestro agente —Lucio Dinamo— ya se había dormido.


TODO TERRENO A medio día subimos a El Ávila, parque nacional de exuberante belleza en el que pasaríamos la noche; Lucio, montado en la silla que su pana Guido le prestó, toma a abuela del brazo para darle seguridad.

PRUEBA SUPERADA Lucio felicita a su abuelo por la excelente conducción que nos llevó a 2,200 metros de altitud en la cima de El Ávila. El nivel medio de Caracas está a 900 metros.


SOMOS EXPLORADORES Lucio emocionado observa con curiosidad un mundo por descubrir. En el camino se encontró con unos perritos que por alguna razón le causan mucha risa cuando ladran.

¿DÓNDE ESTÁ MI PAPILLA? Dentro de los cambios que manifestó Lucio en el viaje fueron un insaciable apetito y claro, el final del estreñimiento...


ARTE EN EL CAMPO Abuela y nieto observan atentos los detalles del restaurante Tarahumara en la ladera de la montaña.

NUEVAS AVENTURAS De la montaña bajamos al mar. Aquí Lucio con su outfit de caza tiburones.



CONTROL TOTAL Lucio guía la expedición en los cayos de Tucacas.



EXPERIENCIA SUBMARINA Tras una larga observación de algunos seres vivientes caribeños en la playa de Tucacas, Lucio y su colaborador Sleepy el camarón, corroboraron que las olas del Caribe también arrancan prendas y dejan al descubierto los secretos mejor guadados.